Explorando Buenos Aires a través de la fotografía
Hola a todos, bienvenidos. Este es un post un tanto más personal.
Hace tiempo que vengo replanteándome muchas cosas sobre la fotografía. Quizás sea una de esas crisis artísticas que, imagino, todos atravesamos en algún momento. Me rondaba un pensamiento que no me dejaba en paz: ¿cómo puede ser que un fotógrafo no tome fotos? Me refiero, en particular, a fotografías por gusto, por placer, fuera del ámbito profesional.
Así que, hace poco, comencé a esbozar algunas ideas. Tenía ganas de volver a hacer fotografía callejera, de caminar por las calles porteñas con ojos de asombro, redescubrir rincones y pasear sin rumbo. A veces creemos que conocemos los lugares, pero en realidad son infinitos, ya que están en constante mutación.
En esta oportunidad, me acompañó un amigo, bastante aventurero por cierto. Por eso, en esta selección de fotos podrán ver una mezcla de retratos y fotografía callejera. Quedó un poco indefinido, pero justamente de eso se trata: explorar y jugar con la imagen sin presiones.
Mi equipo fotográfico
También estaba muy entusiasmado por probar mi Fujifilm X-T2 con dos lentes: el Sigma 18-50mm f/2.8 DC DN y el TTArtisans 35mm f/1.8. Creo que fue un combo perfecto, ya que logré que todo quede en una riñonera, lo que me permitió caminar cómodamente por la ciudad.
A los fotógrafos les va a interesar saber que las imágenes que presento son tomas directas, sin ningún tipo de corrección, ni de exposición ni de encuadre. Estoy intentando volver a una fotografía más natural y orgánica. No es que no valore la postproducción, pero mi desafío actual tiene que ver con eso: reconectar con la fotografía directa.
Fujifilm permite perfilar muy bien los colores desde la toma, y aproveché esa capacidad sin dudarlo.
El recorrido
Comenzamos el recorrido en Plaza de Mayo y empezamos a fotografiar mientras caminábamos por la calle Defensa. Es increíble cómo, en tan pocas cuadras, hay tanto por ver: la arquitectura es fascinante. Pasamos por la imponente Basílica San Francisco de Asís y, a unas cuadras, por la Basílica Nuestra Señora del Rosario.
Nuestro objetivo principal era visitar Café Rivas, un lugar con un estilo muy singular. También recorrimos el emblemático Mercado de San Telmo y, en el camino de regreso, nos tentamos con unas cervezas en Chin Bar. No estaba en los planes, pero resultó una excelente parada improvisada.
El paseo fue corto, pero lo más importante es que me dejó con ganas de más. Espero que disfruten estas fotos, que son un popurrí de estilos pero reflejan la libertad de fotografiar solo por el placer de hacerlo.
Abrazo a todos, ¡espero sus comentarios!